“Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz «día», y a las tinieblas llamó «noche». Y fue la tarde y la mañana del primer día.” Génesis 1:4-5
Para este podcast, no discutiré las diferentes opiniones entre los estudiosos con respecto al tiempo entre los días de la creación. Los versículos cuatro y cinco demuestran que Dios creó el reino del día y la noche en el primer día. Más adelante, veremos que Dios creó el reino del mar y el cielo en el segundo día. Al tercer día, Dios creó el reino de la tierra. En el cuarto día, Dios pobló el reino del Día y la Noche con el sol, la luna y las estrellas. En el quinto día, Dios pobló el reino del mar con criaturas marinas. Y el reino del cielo con los pájaros o aves. En el sexto día, Dios pobló el reino de la tierra creada en el tercer día con personas y animales. Finalmente, en el séptimo día, Dios descansó.
Es interesante ver el método que Dios eligió para crear el primer día comunicando una acción a través del habla. Estos versículos siguen demostrando que Dios ama el orden.
Vemos tres pistas en el versículo cuatro; Dios vio…, Dios dividió… y Dios llamó.
Muchos creían que la noche y el día eran poderes de conflicto o fuerzas de conflicto en el mundo antiguo, como la idea de la mitología china, el yang y el yin. Para los ateos modernos, el mundo está dando vueltas. Sin embargo, para aquellos que tienen puntos de vista monoteístas, como el cristianismo, o judaísmo, esta historia no se trata de un conflicto o de una casualidad, sino que le damos crédito a Elohim, el Creador que asigna el Día y la Noche a su valor, lugar y significado adecuados.
Una de las pruebas científicas de este diseño divino que hace posible que exista vida hoy aquí en esta tierra es que “si la rotación de la tierra tomara más de veinticuatro horas, las diferencias de temperatura serían demasiado grandes entre la noche y el día. Si el período de rotación fuera más corto, las velocidades del viento atmosférico serían demasiado grandes”.
Incluso la ciencia respalda la evidencia de un diseño divino que, como cristianos, sabemos y tenemos la respuesta de que Dios creó la Noche y el Día.
Nuevamente, Dios vio, Dios dividió y Dios llamó.
Cuando Dios vio, concibió y examinó la luz, y Elohim dice, “es bueno”. La frase “es bueno”, Dios pronunciaría estas palabras seis veces en la creación porque todo lo que Elohim creó hasta ahora ha sido bueno. Esta frase muestra que Dios está expresando bendiciones, deleite y placer con lo que está viendo. Aún más, Dios estaba haciendo un juicio cualitativo que es una opinión que Dios expresó después de pensarlo cuidadosamente o basarlo en la observación personal después de Su obra realizada del día.
Después de que Dios vio y expresó su placer, Dios dividió la luz y las tinieblas. Si no hubiera división, entonces no habría distinción entre la luz y las tinieblas. Entonces, Dios hace que la luz y las tinieblas se separen para distinguir el propósito de cada forma. Después de la separación, Dios nombra la luz Día y las tinieblas Noche. Dios le dio al día y a la noche una función definida. No vemos a Dios eliminando las tinieblas. En cambio, Dios establece Su autoridad y le da al Día y a la Noche un papel específico. Al nombrar estos elementos, Dios les está dando a cada uno una marca o un sello de la soberanía de Dios. En el antiguo Cercano Oriente, la gente creía que nombrar algo era una marca o un signo de poder o señorío. Creen que los nombres no son etiquetas, sino que les proporcionan descripciones con cierta fuerza.
Dios vio, Dios dividido y Dios llamó.
Cuando miramos la trayectoria de personajes bíblicos, muchos de ellos experimentaron cómo Dios los vio, como Dios los separó y como Dios los llamó para un propósito específico.
Mientras la tierra estaba llena de maldad, Dios vio, separó y llamó a Noé con un propósito. Otro ejemplo es la historia de Abraham. Dios vio a Abraham, lo separó de su familia pagana y de su nación pagana, y llamó a Abraham para que fuera el padre de muchas naciones. Dios vio a Moisés, separó a Moisés, y luego Dios llamó a Moisés para liberar a los israelitas de la opresión egipcia. Dios vio, separó y llamó a muchos otros personajes bíblicos.
Dios vio a la humanidad que necesitaba la redención de los pecados, así que Dios separó a Su propio Hijo, Jesús, y a través de Jesús, somos llamados a recibir la salvación y la redención de nuestros pecados.
Los dejo con este pensamiento; hoy, Dios todavía tiene sus ojos puestos en la humanidad. Dios lo ve todo, y aun así, Dios separa la luz de las tinieblas. Entonces, aquellos que quieran caminar en la luz de Jesús, permítanme recordarles que Dios todavía está llamando a las personas a hacer Su voluntad. Aún más, Dios todavía está llamando a personas con un propósito específico. Dios sigue llamando a hombres y mujeres a formar parte de esta gran familia llamada cristianismo.
¡Hasta la próxima, que Dios continúe bendiciéndote más!
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